Por lo menos para mí, así lo fue, y escribo estas líneas habiendo sido victima de mi propia vorágine lectora, de esas ansias angustiosas de comer letras, tragar hojas, engullendo cuanta emoción encontraba, y ahora vomitaba con una birome en la boca y el corazón en la mano. Odio y odie escribir con mis manos a puño y letra ya que siempre una computadora era más rápida y fácil, sin embargo como dije, hoy comenzó el siglo para mi. Quizás 8 años tarde o 21 años después pero lo que era cierto es que no podía contener una letra más, y me veo forzado a hacerle el amor al papel. Con un odio incondicional al olvido, olvido de la gente, mío y de mis pensamientos que ahora afloran en mi corazón. Estos sentimientos me marean haciendo vertiginosa mi vida, haciendo que esta pase del mundo y vuelva abrazando como una persona que el olvido descuidó y cuyo recuerdo, el recuerdo de lo no vivido, aflora a mi piel y tersa mis sienes.
Mis ojos cristalizados por una mezcla de sueño y verdad se posan sobre mis manos, que como autómatas, roban control de la situación y dirigen mis movimientos como si estas decodificaran en fragmentos mi mente, mi estado de animo y mi forma aleatoria de vida. Es en estos momentos que aprendí a amar mi normalidad y genere (solo para esos momentos) un odio intenso a aquella variable externa que pudiese romper con mi equilibrio de ser transparente en la tinta y sincero en las letras. Es este equilibrio, tal como un lago que no tiene las visitas del viento, olvida que el mundo se cae a pedazos, y cambia de forma caótica, de forma que el eterno amor que le hacia a las parejas y a su propia relación, se torne estéril y mundano.
Pero el mundo no se iría a detener por mi, no, ya que este me habría echo estampar contra la pared de que un nuevo siglo se erigía a las puertas de mi cuerpo. Un cuerpo despojado de toda humanidad, que cada día parecía unirse más con el mundo, en especial con las letras. ¿Qué eran las letras, mas que formas y figuras con aparentes signos y explicaciones? Eran para mí tan abstractas como la pintura de Kandinsky o aquel vanguardista diseño de Ferrari, para mí estas eran las únicas guardianas del cielo y de los corazones de la humanidad.
Ahora con grandes compases apurados y fuertes acentuaciones, el mundo me avisaba del nuevo cambio, del nuevo siglo ¿Qué cambiaba para mí? cambiaba que hoy cada ves que vuelva a desear vivir, las letras, serian el camino, la solución, al martirio de las vidas iguales monótonas y perdidas en su búsqueda eterna de una seguridad que nunca estuvo.
Por eso en la búsqueda eterna de los mortales, por esta seguridad, se encuentran también las razones que impulsan al humano a amar.
Amar, que palabra tan difícil de usar ¿Cómo puedo decir que la búsqueda de la seguridad nos impulsa a amar? Si es amar el mayor miedo del humano. Quizás porque la seguridad que tenemos al amar es simplemente dejar las caretas de lado y exponerse a ser quien realmente somos. Que atrevido soy si creo que puedo saber quien soy, pero sin embargo soy quien soy, mi única tarea aparente en este siglo que se plantea, es aprender a mirarme no detrás de un lente distorsivo que manche mi imagen, pero si mirarme con mis ojos y creer ser, querer ser y finalmente aprender a ser.
¿Cómo saber si el amor es eterno? No lo sabemos nunca, y más aun, no nos importa realmente. Porque lo que nos debería importar realmente es saber si nosotros amamos y si estamos dispuestos a que sea eterno. Ya que somos nosotros los que generamos el amor si aprendemos a amar.
Y son momentos así en que lamento que la gente no sepa amar, o siquiera querer: si yo tuviese que enseñar a amar fallaría en el solo empezar, ya que amar se hace todos los días nuevo, haciéndolo único y especial.
Como es así, hay una forma sola de aprender a amar todos los días, y es liberar los sentidos, dejarse amar y creer en si mismo y en que somos quienes somos. Es decir, el día que dejemos de pelear podremos amar.
Y así la vorágine que inicialmente me había atacado se extinguía como un fuego al amanecer, vuelvo a encontrarme en las mismas dimensiones en las que he sobrevivido, vivido y sufrido, y solo encuentro el equilibrio al exaltar mi vida a la desdicha del tiempo y la soledad de la propia existencia. Tal como un profesor mira a sus alumnos concentrado en la imagen de los ojos apuntalados de conocimiento, y las mentes corriendo por la gota de luz que les de la imagen de una respuesta, busco una sola cosa mas. Descansar, buscar un reposo de mis dedos, de mi mente. Así terminó concluyendo que el amor, mas allá de las parejas, dentro de cada amistad, dentro de cada espacio del mundo, se da para nosotros desde nosotros, y que querer amar es suficiente para hacerlo. Ahora me espera el auto, el amor de mi guitarra y la imagen del sur, me espera la imagen congelada sobre mis pies. Una imagen de tristeza, dolor, amor y felicidad. Hoy, no se si vuelvo, se que voy, no se si vuelvo, se que estoy, no se si vuelvo, por que no se si exista mas lo que deje. Como dice una canción, nada a cambiado, excepto la mentira de alrededor.
He is off again.
S.
P.D. la vida esta en tus manos, si peleas, encerras tu vida en tus puños, abrilas para amar.
