martes, 12 de julio de 2011

Bufón

Bufón! loco! hablador sin respeto! ¿acaso usted tiene merito en sus palabras?
Para nada, nunca lo tuve, pero no por eso mis palabras cargaban menos razón, ya que la razón no depende de quien la diga, quizá si lo que podamos sentir al recibirla cambie mas no su aplastante verdad. Como un títere satírico y satánico me muevo entre la gente viendo con una sonrisa la desdicha de los hombres. Cada día y a cada paso van resbalando sobre sus propias creencias. Caminando alto sobre una cuerda, tratando de llegar al otro lado sin mirar abajo. Cierran los ojos fuertes y confían en lo que aprendieron. Entonces es justo ahí donde esto falla y se ven obligados a ver el vacio que los espera, cuando la cuerda se hace infinita y el otro lado parece no llegar.
Adicto a este escenario de miseria ajena me olvido de mi propia mortalidad y espero paciente el fin de mis días, pero esta paciencia se quiebra y duele. Parece un dolor ajeno, que penetra en mi pecho y pretende salir. ¿Acaso la viuda de los muertos desea entrar a mi? Acaso el amor de tan usado y malgastado se fijo en esta pobre alma que sin poder sentir más que lagrimas vio a los ojos al destino y lo escupió.
Yo el bufón de la corte lo niego! miro a otro lado y sigo de largo.
Por favor doctor cure mi corazón- Dije al Real y leal doctor.
-Mi buen bufón usted se rio de mi cuando falle en creer que mi amado rey moría, por que debo de ayudarte?- Dijo y sonrió
Maldiciendo al buen doctor busque al ingeniero de la corte.
-Oh my querido ingeniero, usted sabe de castillos y de grandes proezas, haga por favor mi corazón callar-  Pedí con humildad.
-Bufón, no has hecho más que hacerme quedar en ridículo cuando hice una torre sin puertas, por que debo de ayudarte?- Dijo y termino su vino.
Con dolor y pena, sufriendo como nunca este dolor fui a buscar al guardia de su majestad.
-Oh gran guerrero, que has hecho arrodillar ejércitos, oh suave y recio en la espada, puedes ayudarme a recuperar mi bienestar ya que mi pecho bajo el agobio del amor ah caído.-
-Canalla! truán! ayer mismo me has humillado ante el rey mostrando que torpe es mi armadura y que pesada es mi espada contra tu sucia y vil mente, por que debo de ayudarte?- Farfullando y comiendo mientras sentado sobre la puerta de la reina miraba con un ojo abierto y el otro durmiendo.
Loco sin sentido y herido sufri dando vueltas en circulo, mis opciones se acababan y el dolor de la muerte merodeaba flotando como una niebla oscura. Me encontre de nuevo al lado del guardia ya totalmente dormido y busque mi salvación tras las maderas de aquella puerta amenazante y atemorizante.
Así entre a buscar a la reina.
-Perdóneme reina, encuentre en su corazón tiempo para este bufón si en algún momento no le he hecho un daño o la puse en contra del favor de su majestad.-
-Por el contrario mi buen y servil bufón has obrado bien conmigo y te pregunto si acaso has agraviado a muchos en tu camino-
-No recuerdo su alteza cuando fue la última vez que no me rechazan, por eso agradezco su compasión por un pobre hombre bufón pero debo admitir que sufro y nadie me quiere ayudar.-
-Creo te equivocas agraciado en el humor, que debes aprender, si bien todos somos mortales y débiles ante tu mirada tan inteligente y perspicaz no vives solo en este mundo y tarde o temprano estarás a merced de otro. Pero bufón dime que es lo que te ha hecho venir hasta aquí arriesgando tu vida y buscando una cura ante tal desolada situación?.
-Hermosa realeza, digna de todos los mejores tesoros del mundo, usted reina de reinas y dueña de la sabiduría dígame y libéreme de estas cadenas dentro de mi corazón.-
-Oh joven bufón, no pudiste ver acaso que son tus propios sentimientos? abandonados, dejados de lado por tus carcajadas solo se concentraron en dejar negro tu corazón. Pero no te preocupes mi fiel siervo, pues tu corazón en su dolor habló, y es tu amor el que busca liberarte de esta vida que llevas.-
-Pero mi reina acaso no soy yo el único responsable de mi vida? acaso no es mi corazón mío que por mas desdichado que se encuentre no puede abandonar mi pecho o decidir redimirme?-
-Así es bufón eres tú el que quiere la libertad, de ti mismo-
-Pero excelencia no veo razón en la vida para sentir, más que para reírme de aquellos que sufren por sus propios sentimientos irracionales y vagos.-
-Así es bufón pero olvidas que no eres solo pensamiento, tu naturaleza, lo que heredaste es lo que te impide olvidarte de lo terrenal.-
-Pero mi amada acaso no es eso aceptar la mentira y creer en lo falso?-
-Así es mi amado, esta es nuestra mentira y esta es la llave que une las cadenas de tu corazón-

Sebastián Cárdenas Holik

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