domingo, 25 de marzo de 2012

Carta para un amor

Noche tras noche, la inevitable sensación de que estamos frente a nuestro mayor miedo. Miramos a los ojos de nuestro pasado y después de mucho sufrir quizá decidimos enfrentarlo, cansados de sufrir bajo su poder divino y consolador. Nos gusta, nos sucede, nos aprecia y nos define, el dulce placer de vivir con sentido. Un síntoma, un acorde, una verdad que nos persigue. Somos el fruto de nuestros árboles, somos el fin de algo que comenzó. Así camino entre luces, veo las calles porteñas pintadas de rojo por su política, por su eterna ceguera, por su incesante deseo de amar. Pero no todo puede ser detenido en el tiempo, los pensamientos que nos agotan y nos persiguen no descansan. Por eso tras ver consumirse el fuego de un cigarro, se vuelve inevitable la sensación de paz, de espera a la tormenta. Esa tormenta que nos libera, que nos enfrenta y que gritamos con todo nuestro pulmón ¡Libertad! Pero esa tormenta aun nuestra no es única, es de todos y la hacemos todos. Negamos con certeza saber mirar a lo feo, volver a lo malo y negar lo bueno, pero somos todas máscaras y ninguno quiere mirar adentro.
Amor, amor mío, así te encuentro mirándome, asombrada de mi palidez. Pero sé que es la fuente de nuestro amor, la única realidad que me pertenece y es verdad. No hay máscaras, no tenemos la fuerza de poder mentirnos, eso amor no tiene remedio, es lo que nos une. Aún las lágrimas que derramamos por ver a otros partir de esta vida amor no son suficientes para vaciar la angustia de nuestra propia mortalidad. Nos desespera, nos enloquece nos da cuenta que frágil que es la vida humana y cuanto la apreciamos. Daria nada y todo por no morir, pero más daría por vivir. Acaso amor estamos muertos? Acaso por eso volvemos romántica la muerte, con sentido y sin dolor? Si amor, es la verdad mas austera, hoy estamos y mañana no, y aun mientras estamos vemos como los dedos dejan de crecer y comienzan a arrugarse, como si la piel se olvidó de dejar de crecer.
Mientras el miedo del sol me ronda, mientras pienso en el frio que viene, y los días de carnaval que se quedan en el recuerdo, veo amor y veo paz. Veo la calma que voy a enfrentar, las lágrimas que justas derramare y quizá la vida que perderé. Eran solo angustias amor, todo lo que dejamos de hacer o hicimos y nos arrepentimos mañana no existirá más y solo entre las sabanas de nuestro amor quizá con risas volveremos a recordarlo. Buenos Aires, islita porteña de un mar sudamericano, sos vorágine, sos mi amor y mi verdad. Mientras en ti viví, disfrute cada café, cada romance, cada noche sin estrellas y cada día sin sol. Solo otro loquito que sigue a su equipo feliz, aun cuando los días son los peores, o cuando hasta los más héroes caen y con honor y amor propio vuelven a pararse. Ya los dedos y la mente no me dejan escribir amor, pero te prometo que mañana las hojas del otoño serán un poco más lindas, y el viento que te tome por sorpresa será más cálido, porque yo estaré ahí amor, eterno en tu corazón.
Amigos gracias si leen y espero poder amarlos, por ahora les dejo una caricia al alma 
S.



No hay comentarios: